Por lo general, los desórdenes alimenticios incluyen la presencia de pensamientos y sentimientos negativos y de autocrítica sobre el peso corporal y sobre la comida y de hábitos alimentarios que interfieren en el funcionamiento normal del cuerpo y las actividades cotidianas.
A pesar de que los desórdenes alimenticios son más frecuentes en las chicas, también pueden afectar a los chicos. En EE.UU., son tan frecuentes que 1 o 2 de cada 100 niños sufren un trastorno de este tipo, generalmente la anorexia o la bulimia. Lamentablemente, muchos niños y adolescentes logran ocultar desórdenes alimenticios a sus familias durante meses o incluso años.
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